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Con un promedio de 12 metros cuadrados verdes por cada habitante, la ciudad de Rosario fue declarada declarada a principios del 2020 como “la más verde de la Argentina”, en un informe publicado por la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) .

El estudio mide y analiza la cantidad de espacios públicos de los que tiene acceso la ciudadanía, mientras que es un relevamiento que no solo se hace en la Argentina, sino también a nivel internacional.

En nuestro país, en el segundo puesto aparece Mar del Plata, ubicada en el ranking con apenas casi 4 metros cuadrados, Buenos Aires por su parte cuenta con solo 3,5, mientras que la ciudad de Córdoba tiene 6,5 metros cuadrados por habitantes aunque no fue incluida en el informe. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada persona debe contar con un mínimo de 10 y hasta 15 metros cuadrados de espacio verde para vivir en un entorno saludable, mientras que Rosario se encuentra dentro de esos parámetros.

Paralelamente a ello, según datos del último censo, se verificó que existen en las 15.863 calles rosarinas un total de 219.946 árboles, lo que expone aún más a un entorno verde con un promedio de 13,86 ejemplares por cuadra. 

Las ciudades verdes tienen mayores ventajas sobre las ciudades jardín, son modelos de planificación urbana organizada, no segregada, más igualitaria y democrática. Rosario es un modelo de ciudad que ofrece más espacios de área verde y mejor calidad de vida, contrario a lo que sucede en localidades linderas al municipio que aun no cuentan con un código de planificación urbana que permitan ordenar el crecimiento demográfico o bien carecen de un transporte público de pasajeros eficiente, obligando así al uso del auto como único medio para movilizarse. 

Al hablar de “verde” también es nuestra propia ciudad la que ofrece grandes parques al alcance de su gente. En diálogo con el CI Carlos Rubio, asegura que “los parques ubicados dentro de los bulevares son sin lugar a dudas uno de los grandes atractivos al momento de pensar en la búsqueda y ubicación estratégica de un departamento en el centro. La cercanía de un espacio verde a una vivienda es considerado vital en los criterios a tener en cuenta para la compra de un hogar.  Si bien no es fácil conseguir un departamento con patio y menos aún con jardín, estar cerca de un parque si es posible.

El valor y la importancia de ello si bien era algo ya marcado previo a la pandemia, quedó aún más en evidencia al momento que liberaron el aislamiento social obligatorio y autorizaron a la ciudadanía poder ir a caminar a plazas y plazoletas. Allí nos volvimos a dar cuenta del valor que implica la cercanía de tener un espacio verde cerca de una vivienda. Rosario hoy ofrece 6 grandes parques, muchos de ellos como balcón y vista al río, siendo este un atractivo no solamente para los propios rosarinos, sino también para aquellas personas que visitan la ciudad y se quedan sorprendidas de ello.”

En relación al auge en la demanda de lotes, y casas en las afueras de la ciudad, el propio CI Carlos Rubio reconoce que “si bien hay una gran necesidad por los espacios verdes en el suburbano, esto no significa que el centro va a morir ni mucho menos. Hay otros criterios en la gente que busca un inmueble que es tener su propio patio o balcón. En ese sentido, los desarrollistas deberán pensar en cómo suplir esa necesidad, ya no solo a través de un salón de usos múltiples sino en otros lugares de esparcimiento como patios comunes, jardines que también se pueden aprovechar como sucede con las terrazas.

La ciudad está en un proceso de reconversión producto de estos cambios, lo mismo sucede en el microcentro donde después del horario de cierre de los negocios vemos que se vacía mucho, en la peatonal no ves gente de noche, principalmente cuando lo comparamos con el movimiento natural que se genera en los horarios diurnos. La solución para ello es buscar algún tipo de beneficio para aquel que quiera volver a vivir en el centro, que tiene también su comodidad, para ello es necesario un centro revitalizado con mejor iluminación y seguridad para que pueda potenciarse nuevamente.



Por otra parte, no hay que perder de vista que se han desarrollado otros centros comerciales a cielo abierto como Echesortu, San Martin, Juan Jose Paso, por solo citar algunos de son lugares que le permitieron a la gente que vive lejos del centro no necesitar trasladarse para ir de compras. Por ello, hay que tener presente las ventajas de los usos y cambios que se fueron dando, ya sea la posibilidad de acceder cómodamente en bicicleta como así también caminando. Es fundamental tener más viviendas y que no sea solamente un área exclusiva de oficinas que terminado el horario comercial quede desierto.

Para finalizar,  vinculado también con la importancia de la gastronomía en las transformaciones urbanas, Rubio afirma que “es muy importante que el flujo que generan bares y restaurantes céntricos y que no estén abiertos únicamente al mediodía con el movimiento de oficinas. El caso de Pichincha es el ejemplo, siendo un barrio que apenas caía el sol se vaciaba, no quedaba nadie en sus calles y veredas, mientras que evitando los ruidos molestos y cumpliendo las normativas municipales pertinentes quedó demostrado que es  positivo fomentar la gastronomía como espacio de encuentro.” C.I. Diego Ferreyra DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN COCIR